Cristóbal López y Daniel Hadad acordaron que el 10 de octubre el empresario kirchnerista tomará el control de Radio 10 y las FM Mega, Vale, Pop y TKM, cuando pague la anteúltima cuota del convenio de compra de los medios de Hadad.
Ambos empresarios iniciaron los trámites de esa operación en la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), en el marco de la cláusula de desinversión de la ley de medios audiovisuales, pese a que esa normativa prohíbe las transferencias de emisoras y sólo dos FM se encuadrarían en el artículo 161, que contempla la desinversión.
Cristóbal López y Hadad planean cambiar el directorio de las radios desde el 10 de octubre, hasta que AFSCA apruebe la operación. Cuando eso ocurra, Hadad cobrará la última cuota del acuerdo y Cristóbal López asumirá el manejo de Radio 10, Mega y Pop, y se desprenderá de las FM Vale y TKM.
En Radio 10 dudan de que el empresario kirchnerista tome el control de la emisora. “La oposición al Gobierno de Oscar González Oro, Eduardo Feinmann y Marcelo Longobardi pone a Cristóbal López en una posición difícil en Radio 10. Si los mantiene se pelea con la Presidenta y si los echa deja de ser la radio más escuchada del país, porque ellos son los que encabezan el rating”, comentó una fuente de la emisora, que pidió el anonimato.
Por eso, tratan de separar el escándalo que el martes de esta semana reveló Feinmann en C5N, cuando denunció censura porque le levantaron su programa Sala de Situación, de lo que ocurre en la radio. “C5N se transformó en un canal oficialista y hacen cualquier cosa para agradar al Gobierno. Pero eso es imposible en Radio 10 , con González Oro, Feinmann y Longobardi, así que lo mejor es esperar a que traten de imponer el oficialismo en la radio, a ver si chocan los planetas”, sostuvo una fuente del canal de noticias.
Dos meses después del escándalo entre Cristóbal López y Hadad, cuando éste retomó el control de Radio 10 y sus FM, ambos empresarios encarrilaron las negociaciones. Resta saber si podrán implementar el acuerdo o si naufragará por la oposición de AFSCA o de sus principales periodistas.
Fuente: Clarín