El Congreso de México aprobó el miércoles una amplia reforma en telecomunicaciones que incluso antes de entrar plenamente en vigor comenzó a sacudir al sector, en particular el dominado por el magnate de la telefonía Carlos Slim.
Con 318 votos a favor y 107 en contra y tras una discusión de más de 20 horas, la Cámara de Diputados avaló modificaciones a leyes secundarias en materia de telecomunicaciones y radiodifusión que establecen nuevas reglas y restricciones para las empresas que concentren más de 50% en sus respectivos sectores y que hasta ahora son América Móvil de Slim en telefonía y la cadena Televisa en televisión abierta.
La reforma ya había sido aprobada por el Senado, con lo cual se completó el proceso legislativo y fue enviada al Ejecutivo para su promulgación y entrada en vigor.
El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto calificó la aprobación de algo “histórico” y confió en que generará más competencia e inversiones que impulsen el hasta ahora débil crecimiento económico del país, aunque admitió que el reto en este momento es implementarla adecuadamente.
“Lo que se quiso hacer fue generar más competencia”, dijo en conferencia de prensa el secretario de Comunicaciones, Gerardo Ruiz, quien aseguró que no se buscó perjudicar a nadie en particular y sí beneficiar a un amplio sector de la población. Entre otros beneficios citó que a partir de 2015 ya no pagarán larga distancia y contarán con mayor acceso a internet en lugares públicos.
La aprobación ocurrió un día después de un audaz anuncio de América Móvil de vender activos de su negocio de telefonía fija y móvil para reducir su participación en el mercado y evitar las restricciones impuestas por la reforma.
Pero el plan de la empresa de Slim aún necesita ser aprobado por el órgano regulador, el Instituto Federal de Telecomunicaciones, y mientras no se ejecute se mantendrá la aplicación de restricciones, como el tener que compartir su infraestructura con competidores y eliminar una tarifa extra que cobra por interconexión.
La reforma plantea entre otras cosas la eliminación de las tarifas de larga distancia, la regulación de la publicidad en las transmisiones de radio y televisión y establece multas de hasta 10% de los ingresos a las empresas que incumplan la ley.
Algunos críticos han señalado que mientras afecta sobre todo a la empresa de Slim, no hace lo mismo con Televisa e incluso le abre ciertos espacios para que se fortalezca más en algunos servicios como la televisión paga.
Pero una decisión que puede ser vista como una pérdida para el magnate es al mismo tiempo una oportunidad para que Slim finalmente pueda entrar al sector de la radiodifusión, un mercado hasta ahora dominado por Televisa.
Televisa, por su parte, es el mayor productor de programas de televisión en español y controla cerca de 70% de la televisión abierta y también ha sido declarado “preponderante” o dominante en el sector de la radiodifusión, aunque hasta ahora no ha anunciado ningún movimiento similar a los que hizo Slim.
“Ante esto (la venta de activos), Slim pierde en efecto frente a Televisa”, dijo a The Associated Press Gabriel Sosa Plata, experto en telecomunicaciones de la Universidad Autónoma Metropolitana. Sin embargo, agregó, “le abre paso a la convergencia con tv de paga y a la posibilidad de participar por una cadena abierta de tv”.
La reforma también establece la licitación de dos nuevas cadenas de televisión abierta.
Fuente: El Nuevo Herald