Hace sesenta años, el país se conmovía con la muerte de Eva Perón. Y ese mismo día, el 26 de julio de 1952, nacía un mito que marcaría a fuego la política argentina. Figura controvertida, fue blanco de amores y de odios en tiempos en los que el país sufrió agudas divisiones. El paso del tiempo ha apaciguado las pasiones. Las visiones históricas no son unánimes, por supuesto, pero por encima de diferencias le atribuyen a Eva Duarte el carácter de un símbolo de la lucha por la justicia social.
El mural gigante que ilumina la avenida 9 de Julio puede interpretarse como una señal de la vigencia de Evita como símbolo de la lucha por los humildes, la presencia femenina en el poder y la potencia de su figura como ícono político.
Hoy Evita será recordada con actos en todo el país. Y su figura volverá a recortarse en la escena nacional como protagonista de una historia que puede escribirse de distintas formas pero que la tiene, sin dudas, como uno de los mitos más fuertes de la vida política e institucional de la Argentina.
Una figura mítica
Venerada por las masas trabajadoras y denostada por sectores de la burguesía y parte de la clase media, la figura de Evita trascendió su actividad política junto a su esposo Juan Domingo Perón (1895-1974), tres veces elegido presidente de Argentina, para convertirse en un mito. Dueña de una personalidad avasallante, superó una niñez sumida en la pobreza para convertirse en estrella de radioteatro y cine. Luego le abrió las puertas a la mujer a un espacio de poder hasta entonces dominado sólo por los hombres, impulsó el voto femenino y se abocó a los sectores más postergados.
María Eva Duarte nació el 7 de mayo de 1919 en el pueblo de Los Toldos, provincia de Buenos Aires, hija “natural” de Juana Ibarguren. Su padre, Juan Duarte, tenía otra familia y recién años después le dio su apellido.
En su corta vida, de sólo 33 años, hizo realidad el sueño de pasar de ser una niña de origen humilde a una mujer poderosa. Rompió con los cánones conservadores de su época ya desde adolescente, cuando con 14 años se fue sola a Buenos Aires para probar suerte como actriz, y más tarde al convivir con un oficial de alta graduación del Ejército, viudo y 24 años mayor que ella, que poco tiempo después se convertiría en Presidente de la Nación.
Eva conoció a Perón cuando el entonces secretario de Trabajo y Previsión Social del gobierno de facto -que un año antes había derrocado al presidente Ramón Castillo- organizó en enero de 1944 un festival artístico a beneficio de las víctimas de un terrible terremoto.
“Aquel fue mi día maravilloso”, narró ella en su libro “La razón de mi vida” sobre el inicio de una historia de amor que cambiaría la forma de hacer política en la Argentina. La popularidad del militar, ascendido a ministro de Guerra y luego a vicepresidente, creció vertiginosamente entre las clases trabajadoras hasta que un grupo de militares pidió su salida del poder y fue encarcelado en la isla Martín García. Pero el 17 de octubre de 1945 un multitudinario movimiento popular reclamó su liberación. Poco después se casaron y en 1946 Perón fue elegido presidente por el voto popular. Fue entonces cuando la figura de Eva Duarte comenzó a cobrar protagonismo a la par del crecimiento del Partido Justicialista (PJ).
Primera dama
Ejerció su rol de primera dama de forma nada convencional. Con pasión y con coraje se volcó a las tareas de acción social, a la vez que destinó su intuición y su férreo carácter a las gestiones con los sectores sindicales desde el Ministerio de Trabajo. “Cuando yo quiero expresar mi amor de mujer -y quiero expresárselo permanentemente- no encuentro tampoco una manera más pura ni más grande que la de ofrendar un poco de vida, quemándola por amor a sus descamisados (obreros)”, afirmó Eva Perón en aquellos años.
La “abanderada de los humildes” también era considerada entonces como “vicepresidenta honoraria” y “jefa espiritual de la nación”, en la cúspide de la idolatría popular, a la vez que crecían sus opositores, que la acusaban de “crear y acrecentar rencores”. “Sí, soy sectaria, pero ¿podrá negarse a los trabajadores el humilde privilegio de que yo esté más con ellos que con sus patrones?”, respondía Evita, quien a la vez no dudaba en vestir glamorosos vestidos de alta costura de Christian Dior y Balenciaga y una amplia colección de joyas.
A principios de 1950 comenzó a sentir los primeros síntomas de la enfermedad. Muy joven aún, el cáncer de útero comenzó a consumirla y ni siquiera los cientos de miles de personas que se congregaron aquel 22 de agosto de 1951 para clamar en un cabildo abierto del justicialismo que aceptara acompañar a Perón en su reelección como candidata a vicepresidenta lograron convencerla.
Las visiones históricas no son unánimes, pero por encima de diferencias le atribuyen a Eva Duarte el carácter de un símbolo de lucha
El 31 de agosto de ese año, Evita anunció a través de la radio su decisión de no postularse, en lo que fue recordado como el Día del Renunciamiento. El 6 de noviembre fue operada por el médico estadounidense George Pack en Buenos Aires. Se recuperó a tiempo para poder ejercer el 11 de noviembre el derecho a voto femenino que tanto había impulsado ella misma. Lo hizo sin embargo en su cama en el hospital. Perón fue reelegido, pero ella no logró restablecer su salud.
Murió el 26 de julio de 1952, a los 33 años, luego de que su marido asumiera su segunda presidencia. El país se vistió de luto y cientos de miles de personas asistieron a sus funerales. No pudo sin embargo descansar en paz hasta muchos años después, porque su cuerpo embalsamado, botín político, estuvo desaparecido durante 16 años en medio de conspiraciones militares.
Actos en su homenaje
Al cumplirse 60 años de la muerte de Eva Duarte de Perón, habrá hoy actividades conmemorativas en todo el país, aunque los máximos referentes del PJ homenajearán a su líder por separado.
La presidenta Cristina Kirchner encabezará el acto central en el Mercado Concentrador de José C. Paz, a las 15. Mientras, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, inaugurará a la misma hora un mural de Eva Perón en el hall central del Hospital Interzonal General de Agudos “Eva Perón”, en el partido de San Martín.
En tanto, la CGT que lidera Hugo Moyano rendirá su propio homenaje a la “Abanderada de los Humildes”: tendrá su acto de conmemoración a las 17 en la sede de Azopardo 802.
Sin embargo, no serán estos los únicos actos en los que se le rendirá homenaje a Eva Perón, dado que la Legislatura porteña realiza desde hace una semana una muestra sobre la ex primera dama que culminará hoy a las 20:25, horario de su muerte, con un acto.
En las escalinatas del Congreso de la Nación, a las 20, el barítono Ernesto Bauer y la soprano Eugenia Fuente, junto a una orquesta integrada por 60 chicos de entre 10 y 18 años -entre ellos el Coro de Berisso- homenajearán a Evita.
Evita en los nuevos billetes
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció la emisión de un billete de 100 pesos con la cara de Eva Perón a modo de homenaje al cumplirse 60 años de su fallecimiento.
La presidenta pidió a las autoridades monetarias que implementen los mecanismos operativos para que el billete reemplace al que lleva la imagen de Julio Argentino Roca y tenga curso legal.
“Darle el billete a ella es reparar la injusticia que hemos cometido los argentinos contra nosotros mismos”, insistió Cristina, en un acto en Casa de Gobierno.
El nuevo billete de cien pesos con la imagen de Eva Perón tendrá más medidas de seguridad visibles que el euro, una paleta de 18 colores, podrá ser reconocido por todos los cajeros y tendrá un costo similar al de los billetes actuales, unos 350 pesos por millar.
“Es un billete de seguridad tres, como todavía no hay en la Argentina, porque combina elementos de seguridad visibles, invisibles y de detección por máquina” comentó el gerente general de Casa de la Moneda, Diego Oller.
El diseño de base se tomó del boceto encontrado en Casa de la Moneda y que luego fue ajustado por el artista Roger Pfund y el grabador Sergio Pilosio. El nuevo billete con la cara de Evita y las fechas de su nacimiento y deceso, será impresos por Casa de la Moneda con maquinaria de más de medio siglo y nuevo equipamiento que se adquirió en Suiza por 40 millones de francos, unos 184 millones de pesos.
“Voy a pedir, no quiero entrar en ninguna polémica, que las autoridades monetarias del Ministerio de Economía puedan arbitrar todas las medidas legales y operativas para que este sea el nuevo billete de 100 pesos”, dijo la presidenta, ante el aplauso del auditorio del salón de las Mujeres del Bicentenario.
“Después de 200 años es la primera vez que una mujer aparece en un billete” y recordó los que tienen las caras de “San Martín, Belgrano, Roca, Sarmiento”.
Al mostrar a los presentes el billete, describió que la imagen de la cara de Evita “da una sensación de paz y de tranquilidad muy impresionante” y citó que el nuevo billete “tiene una balanza de la justicia social, y símbolos como el laurel, el ceibo”.
“Estamos muy contentos de poder haber hecho esto”, puntualizó, y felicitó a “los más de 1.100 empleados de la Casa de Moneda”, quienes realizaron la “tarea muy importante” de confeccionar el billete.
Fuente: Telam/El Día/La Capital