El número de trabajadores desempleados en el mundo creció el año pasado en cinco millones de personas, informó ayer la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La desocupación fue del seis por ciento, lo que equivale a 202 millones de trabajadores. El deterioro en las condiciones laborales es síntoma de la persistencia de la crisis económica mundial que comenzó en 2008.
Desde ese momento, 23 millones de personas han quedado fuera del mercado laboral, es decir que ya ni siquiera buscan empleo, con lo cual no se computan como de-sempleados. En el informe “Tendencias Mundiales del Empleo”, la OIT también señala que América latina contribuyó con apenas el uno por ciento (50 mil personas) a la suba del desempleo mundial en 2013. Por otro lado, un documento de la Organización de Naciones Unidas (ONU) proyecta un crecimiento para la región de 3,6 por ciento el año próximo, con un tres por ciento para la Argentina y para Brasil.
Guy Ryder, director general de la OIT, ponderó la situación regional aunque aclaró que “esto no significa que la situación de su mercado laboral carezca de problemas”. En ese sentido, advirtió que la informalidad laboral llega al 50 por ciento del empleo total. “Se trata de una tasa que sigue siendo increíblemente alta, incluso en alguno de los países a los que les va mejor”, agregó, y detalló que en los países andinos y centroamericanos de bajos ingresos la tasa de no registración es mayor al 70 por ciento. En la Argentina ese ratio es del 34,6 por ciento.
Un segmento sensible del mercado laboral son los jóvenes. En el mundo, 74,5 millones de personas menores de 24 años están desempleadas, el 13 por ciento de la fuerza laboral de esa edad. En tanto, el número de trabajadores en extrema pobreza, que vive con menos de 1,25 dólares por día, bajó 2,7 por ciento a nivel mundial, un resultado decepcionante en función de la dinámica que tenía lugar antes de la crisis global.
Por otro lado, en su informe “Situación y perspectivas de la economía mundial 2014”, la ONU estima que América latina y el Caribe crecerán 3,6 por ciento en 2014. “Estarán impulsados sobre todo por el aumento de la demanda doméstica, aunque seguirán siendo vulnerables a posibles turbulencias en la economía mundial”, dice el documento. Para el año que viene, el avance que calcula el organismo es del 4,1 por ciento. En relación con el año pasado, el trabajo destaca el desempeño de Argentina y Brasil porque ambos estuvieron por encima de la media, que fue del 3,2 por ciento. También superaron ese valor Uruguay y Paraguay.
La ONU espera que la Argentina crezca un tres por ciento, tanto este año como el próximo, mientras que Brasil lo haría con un tres y un 4,2 por ciento. En materia de inflación, el promedio en la región se situó el año pasado en 6,7 por ciento, una tasa notablemente más baja que la registrada en la economía local.
Fuente: Página 12