Dirigentes sociales, diputados y especialistas celebraron la nueva ley sancionada hoy por el Congreso y se mostraron “felices” ante los “avances democráticos” que mantienen a la Argentina “a la vanguardia en temas de diversidad sexual”.
Con esta ley “seguimos mejorando la situación de nuestra comunidad en la Argentina y Latinoamérica y seguimos siendo vanguardia en temas de diversidad sexual”, dijo el presidente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), César Cigliutti.
“Esto habla muy bien de toda la sociedad, porque este tipo de cosas se consigue por consenso”, sostuvo Cigliutti y agregó que se trata de “un cambio social estructurante” porque “este tipo de tratamientos eran accesibles sólo para quienes podían pagarlos”.
Mariana Contreras, presidenta de la asociación civil Sumate a Dar Vida dijo estar “emocionada y feliz” por lo que consideró “un gran paso” para “acortar la brecha entre los que pueden afrontar los gastos de un tratamiento y los que no”.
Andrea Majul, del Área de Familias del colectivo 100% Diversidad y Derechos, afirmó que los grupos comaternales son “una realidad” y que su inclusión en la ley les permite acceder a técnicas de reproducción asistida y “demuestra una vez más que en Argentina la diversidad familiar es legalmente reconocida y socialmente valorada”.
El presidente de ese colectivo, Martín Canevaro, destacó que “Argentina sigue avanzando en el reconocimiento y ampliación de derechos” para que todos puedan acceder a las técnicas de reproducción asistida “independientemente de su orientación sexual, estado civil o situación socioeconómica”.
Florencia Gemetro, de Lesmadres, consideró la ley como “un paso más en el camino de la igualdad de derechos. Que todas y todos tengamos acceso a las técnicas y no sólo quienes pueden pagarlo implica considerar a la maternidad y la paternidad como un derecho y dejar en claro que la salud no puede ser un negocio”, sostuvo.
El especialista en fertilidad Sergio Pasqualini calificó de “muy positivo” que luego de “mucho tiempo de esperar” hayan aprobado una ley “que beneficia a los pacientes que hasta el día de hoy veían limitadas sus posibilidades de ser padres”.
Los avances de la ciencia “no se dan de manera sencilla porque hay muchos debates éticos que se nos ponen en el camino y es cierto que los avances sobre reproducción asistida a nivel legal han sido arduos en los últimos tiempos, pero ahora que salió la ley nacional se puede pensar en que estamos cerca de una reforma del Código Civil”, consideró Pasqualini.
El director de Procrearte, Carlos Carrere, opinó que la ley es “necesaria e inteligente”. “Necesaria porque la esterilidad afecta a todas las mujeres del país, e inteligente porque está comprobado científicamente que las probabilidades de fertilidad han ido decayendo en los últimos años”, indicó el especialista.
“La mujer está más expuesta a tóxicos y alimentos nocivos que van afectando negativamente la reserva ovárica y lo mismo sucede con la concentración de esperma en el varón”, dijo y advirtió que “hoy son menos fértiles que las de generaciones anteriores, sumado a que deciden ser madres mucho tiempo después”.
Carrere remarcó que “esta es una ley para que las parejas cristalicen el sueño de tener un hijo” y sostuvo que “dependerá de cómo sea instrumentada para que se lleve a cabo adecuadamente en todos los niveles”.
El Instituto Nacional contra la Discriminación (Inadi) celebró el “acceso igualitario a las técnicas de reproducción asistida”.
“Después de un amplio debate que se extendió en ambas Cámaras y en la sociedad”, el país tiene “una ley que consagra el derecho a la salud sexual y reproductiva de todas las parejas” más allá de su “condición socioeconómica, orientación sexual o identidad de género”, manifestó el interventor del Inadi, Pedro Mouratian.
Es una ley “de avanzada” donde “la discriminación por pobreza, que atraviesa transversalmente a nuestra sociedad, encuentra otro límite a través de esta norma inclusiva e igualitaria”, apuntó.
El senador Daniel Filmus (FpV) calificó como “un hecho de trascendencia histórica” la sanción de la ley, por amplia mayoría, y consideró “significativo que la mayoría de los legisladores del PRO se hayan abstenido de votar un proyecto que contó con tan amplio consenso”.
Para la diputada porteña María Elena Naddeo (Frente Progresista Popular) “ya no hay excusas en la Ciudad para que el servicio público de salud desarrolle los servicios de fertilidad”.
“El hospital público tiene una deuda con las parejas que han debido recurrir al sistema privado para los tratamientos de mediana y alta complejidad. Ahora toda la población y en particular los sectores populares avanzan un paso más en garantizar el acceso a la salud integral”, sostuvo Naddeo.
Fuente: Télam